Cuautepec

Breve Historia De Cuautepec.

El significado de Cuauhtepec se encuentra en dos vocablos del náhuatl, "cuauhtli: águila y tepetl: cerro", "En el cerro de las águilas". En la actualidad oficialmente se escribe sin H; sin embargo, según los pobladores más viejos, desde que se tenía memoria y durante muchos años se escribió con H.

Se sabe que Cuautepec fue ocupado por primera vez entre 2500 y 400 años a.C. gracias a hallazgos de ceramica, herramientas de piedra y hueso en la zona de "El Arbolillo". Mucho tiempo después, por los años 1000 a 1010 d.C. Un líder chichimeca llamado Xólotl, decidió inmigrar hacia el valle de México. Se estableció en el área de Tenayuca y formó un imperio que abarcaba a Cuautepec. Los descendientes de Xólotl se vincularon con la nobleza de Tlatelolco. 

Transcurrió el tiempo y el encargado de la región de Tlatelolco, Don Diego Mendoza Austria Moctezuma, hijo de Cuauhtemoc heredó las tierras de Cuautepec, al cual le nombro "el Rincón de Don Diego", el rincón estaba dividido en tres partes: la parte central es El Arbolillo, la parte norte es Barrio Alto y la sur es Barrio Bajo -desde entonces-. 

Corría el año de 1697,  el Maestro Martín de Olivares, les compró las tierras a los hijos de Don Diego, cambiándoles el nombre a "el Rincón del Correo Mayor". Al ser encarcelado don Martín de Olivares pierde las tierras y pasan a propiedad del Colegio de San Juan de Letrán, que hace de Cuautepec un pueblo de doctrina llamándolo Sta. María Quautepeque en el Siglo XVIII. En este periodo se construye la Parroquia más representativa de la localidad: la Parroquia de la Preciosa Sangre de Cristo, terminada en 1777. En términos generales, Cuautepec en esta época fue un pueblo más del entramado colonial del valle de México.

Con la llegada del Porfiriato y las Haciendas capitalistas, el panorama social de Cuautepec cambio, gran parte del valle fue anexado a la hacienda "la Escalera" de la señora Dolores Barrón de Rincón Gallardo gracias a la intervención del Presidente Porfirio Díaz en una querella que se tenía con los habitantes de Cuautepec. Este tipo de situaciones de abusos, maltratos, deudas con las tiendas de raya, provocaba un sentimiento de rebelión entre los habitantes del pueblo. 

A la llegada de la Revolución Mexicana diversos grupos de vecinos buscaba la devolución de sus tierras, lo que llevo al pueblo a solicitar la repartición de tierras. El 6 de Diciembre de 1917 se publicó en el diario oficial, la creación del Ejido. El 10 de Marzo de 1918, el Presidente Venustiano Carranza repartió 200 hectáreas a las familias de Cuautepec, de hecho fuimos de los primeros ejidos que se constituyeron en el Distrito Federal.

La conformación del ejido trajo cambios en la organización política, económica y social del pueblo, se instauró un Comisariado Ejidal que servía de interlocutor con los poderes locales instituidos. Hubo ampliaciones ejidales en 1925, 1934 y 1945. Cuautepec comenzó a cambiar poco a poco, a un ambiente citadino, dejando de lado la vida de campo. En 1938 comenzaron las construcciones de las vías primarias conectando a Cuautepec con La Villa, con esto se constituyen también las primeras organizaciones de transporte, lo cual permitió el comercio más acelerado y la ampliación de búsqueda de trabajo en la Ciudad. 

Durante la segunda mitad del siglo XX, Cuautepec padeció, como la mayoría de los pueblos conurbados de la capital, los efectos de un proceso de urbanización acelerado y desordenado, lo cual transformó radicalmente el territorio y las formas de relación social y cultural tradicionales. Este proceso, inicia en la de cada de los 50's pero es en los 80's y 90's cuando se intensificó. El incremento vertiginoso de la población repercutió en la calidad de vida de todos los habitantes. Los servicios públicos escasearon, los problemas viales y de transporte aumentaron, así como la falta de acceso a la educación, a la cultura, al deporte y al entretenimiento. La marginación y la inseguridad fueron caracterizando el panorama cotidiano, prácticamente el pueblo en términos físicos y de relación socioculturales, se diluyo en la marea de la gran metrópoli capitalina.

Existen varios grupos políticos y sociales que desean revertir esta situación, sin embargo son muchos los que ven soluciones a poco viables y son aún más pocos los que tienen una perspectiva general y acertada de los problemas y soluciones del valle.  

Esperamos que esta pequeña muestra de la gran Historia de nuestro valle te motive para poner tu granito de arena  por un Cuautepec prospero, como en algún día fue.